Eres de esas personas que te levantas por la mañana con el tiempo contado y a pesar de eso te provoca hacer pereza 5 minutos mas en la cama mientras revisas tu celular?. Todavía con el sueño pesado, te duchas, vistes y pasas por la cocina rápidamente para tomar un café con leche y unas galletas antes de salir como un rayo a tu jornada diaria. Te esperan cinco horas sentado, primero en el coche o el transporte público, y después en la oficina.
Te puedo decir que acabas de tomar el peor desayuno posible.
Puede que tú no comas galletas, sino un croissant, o un yogur azucarado con fruta, un zumo de naranja, o un cuenco de cereales.Realmente , todas esas opciones son igual de malas: muchos azúcares, pocas proteínas, y como ingrediente añadido, cafeína.
RECOMENDACIONES IMPORTANTES:
Evita tomar café nada más levantarte: Debes saber que cuando te despiertas, tu cuerpo segrega grandes cantidades de cortisol, esta es la famosa hormona del estrés. En este sentido, es bueno y necesario, porque el cortisol ayuda a tu organismo a pasar del sueño a la vigilia.
No obstante hay que acotar que, el café potencia el cortisol. Si tu ingieres café justo cuando tu cuerpo tiene el cortisol más elevado, tendrás mayores niveles de estrés durante el día, problemas para dormir al día siguiente y desarrollarás tolerancia con el tiempo, es decir, que el café dejará de hacerte efecto.
Se RECOMIENDA esperar a que pase una hora desde el momento en que te levantas, entonces puedes tomar el café, porque el cortisol ya habrá bajado. Entonces el café te ayudará de verdad.
EVITA tomar un desayuno dulce: Al levantarte tu cuerpo ha gastado una parte de las reservas de glucógeno del hígado, que es el encargado de alimentar al cerebro, y hay que reponerlo. Tengo que decirte que si tomas mucha azúcar en el momento en que el cortisol está más alto, la respuesta de tu insulina será mucho mayor, y es quiere decir que en una hora y media estarás hambriento (con antojo de dulces) y dormido. Si además de azúcar consumes grasa, la insulina y el cortisol bloquean la quema de grasas, así que no podrás usarla como combustible y se almacenará.
RECOMENDACIÓN a menos que vayas a hacer pesas por la mañana, limita la cantidad de carbohidratos a una pieza de fruta o unas tostadas. No tomes nada que contenga azúcar.
En un BUEN DESAYUNO no pueden faltar las proteínas: el problema de tomar un desayuno pobre (como el café con galletas) es que hay pocos nutrientes. Luego de la subida de azúcar inicial, viene una tremenda bajada que provoca hambre y sueño. En ese momento, tu cerebro empieza a quemar tu masa muscular. Si a eso le agregas que estás acumulando grasa, estás yendo en la dirección equivocada.
RECOMENDACIÓN: Toma proteínas en el desayuno acompañadas de una cierta cantidad de grasa, como por ejemplo huevos enteros, jamón, aguacate o unos pocos frutos secos. La proteína y la grasa son saciantes, y no tendrás antojos más tarde.
Desarrolla el habito de levantarte quince minutos antes y empieza tu día bebiendo mucha agua, con un desayuno rico en proteínas, bajo en azúcar. Toma tu acostumbrado café al llegar al trabajo o un tiempo prudencial luego de levantarte y sentirás la diferencia.
